lunes, 15 de septiembre de 2014

Gnomoria

Por Damián Ouvrard

El mundo del videojuego indie ha “sufrido” un verdadero aluvión de títulos basados en bloques. Gran cantidad de desarrolladores han seguido la estela que creó el éxito del minecraft y nos han ofrecido diversas experiencias, con mayor o menor éxito. Entre las copias descaradas, las reinvenciones y las vueltas de tuerca, nos encontramos una pequeña joya que brilla con luz propia. Un juego que, pese a no tener casi nada que ver con la obra de Markus “Notch” Persson, puede recordarnos a las horas que pasamos con un pico en la mano.


Gnomoria es un sandbox donde tu objetivo es sobrevivir. El único final posible que te ofrece el juego es la derrota. Puede parecer vacío o falto de interés, pero nada más alejado de la realidad. En este juego tienes cientos de cosas por hacer. Empiezas la partida con un grupo de 9 gnomos, unos escasos recursos y una pareja de yaks. Los gnomos trabajan duro(minando, construyendo, recolectando…) pero también tienen sus necesidades. Lo primero es la bebida, necesitarás una fuente de agua para que no mueran deshidratados. O puedes hacer vino, cerveza y té, con lo que tus gnomos estarán más felices y trabajarán mejor. La comida es lo siguiente que necesitas. Al principio puedes alimentar a tu población con fruta que recogerás de los árboles o matorrales, pero si mejoras su alimentación trabajarán más duro.


Tus gnomos necesitarán un lugar donde vivir, donde trabajar. El mundo exterior está bien, si, ahí crecen los árboles y tus cultivos…Pero no es lugar para un gnomo. Tu pueblo, por norma general, será bajo tierra. El sistema para minar, cortar árboles o recolectar cualquier recurso será por órdenes. Tu ordenas que, por ejemplo, se corte un árbol, pero no controlas al leñador. Tus gnomos tienen profesiones, y según éstas, harán un trabajo u otro.
Los días irán pasando y, poco a poco, empiezas a enterarte de qué estás haciendo. No es un juego sencillo al principio, pero no llega a los niveles del Dwarf Fortress(en el que está claramente basado). Probablemente cometas errores, yo los cometí, y todos los jugadores que conozco lo hicieron. Es normal. Perder es divertido. Porque claro, puedes perder. No todo va a ser construir, alimentar a tu pueblo y crear pasadizos subterráneos. Hay enemigos. El primer mes es tranquilo, los primeros días nadie te molestará y será momento de preparar tus defensas. Un sencillo muro de barro será suficiente. A mediados de mes empezarán a aparecer las primeras criaturas. Animales del bosque. Oso, mofeta o lagarto, no te molestarán si no los molestas. El problema empieza al mes siguiente. La invasión goblin.
Los goblins tienen un único objetivo, matar a tus gnomos. Al principio es mejor evitarlos, pero cuando descubras los metales que ocultan los niveles más bajos del subterráneo, podrás crear armas y armaduras que te permitirán hacerles frente.

El primer día de mes no solo trae malas noticias, también trae los primeros gnomadas. Estos gnomos serán inmigrantes que se asentarán en tu pueblo. Según lleguen podrás asignarles un trabajo y empezarán a producir para ti. ¡No olvides abrirles la puerta! Tus nuevos habitantes también comerán y beberán, así que ten cuidado con tus recursos.
En cuestión de jugabilidad, el Gnomoria merece ser probado. Podría escribir mucho más sobre él, pero parte de la diversión es ir descubriendo sus secretos. Una pista: a partir del piso -7, coloca antorchas.


Los puntos negativos, que los hay, no existe el juego perfecto, radican en su estado beta. Es un juego que tiene un tiempo de recorrido y es total y perfectamente jugable, pero puede llegar un momento que sientas que lo has hecho todo y quieras más. Por fortuna, al ser un juego todavía en desarrollo, sigue creciendo. Esperemos que, poco a poco, con nuevos parches, se convierta en un digno competidor, con tanto contenido y aleatoriedad como el Dwarf Fortress. Hay ciertas cosas que pueden resultar tediosas, como borrar totalmente una montaña. El detalle de tener que quitar el suelo, después minar, después hacer lo mismo en el siguiente nivel es algo desesperante, que fuerza a los vagos como yo a jugar en mapas sin montañas, pero es necesario para que no desaparezca el suelo de los niveles inferiores.


Gráficamente, en mi opinión, es un juego agradable. Su estética puede echar para atrás a los más exigentes en cuanto a gráficos, pero dado el tipo de juego que es, cumple perfectamente su papel. El sonido es básico. Extremadamente básico. La música, que puede parecer ridícula al principio, acaba por gustar. Un gran problema para algunos puede ser el idioma. Está en inglés. Aquellos que no dominen la lengua pueden verse un poco perdidos, pero en un juego de este estilo es algo que acabas incluso olvidando.
Conclusión: Lo compré sin tener ni idea de qué compraba y, pese a lo perdido que estaba al principio, descubrí una maravilla que me ha robado cientos de horas. Podría mejorar, si, como todos. Pero es, en mi opinión, el espejo en el que deberían mirarse los desarrolladores indies. Parches semanales, continua evolución y horas de diversión por un precio ridículo.
Lo bueno:
  • Construye lo que quieras, como quieras.
  • Extremadamente adictivo
  • Algunas situaciones te arrancarán, como mínimo, una sonrisa.
Lo malo:
  • Se echa de menos un pequeño tutorial.
  • Está en beta y se le podría achacar falta de contenido.
  • El idioma.

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